Sin Bajar Los Brazos

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Bastián Roco, es el menor de una dinastía de futbolistas que le ha entregado a Unión San Felipe y al fútbol chileno, jugadores de la talla de: Héctor (su tío), Marcial (su abuelo) y Sebastián (su papá), es uno de los más grandes proyectos del club.

El prometedor defensor central vivió poco tiempo atrás una experiencia que puede resultar determinante en su formación cuando tuvo la oportunidad de entrenar durante dos semanas en las fuerzas básicas de Estudiantes De La Plata, uno de los clubes más importantes de la Argentina.

Ya de retorno y completamente compenetrado en los entrenamientos con el primer equipo albirrojo, el jugador habló con el medio oficial del Uní Uní.

-Bastián ¿Cómo fue la experiencia que viviste en Estudiantes?

“Fue muy linda y grata; el haber podido estar en un club con tanta historia, fue algo que valoro mucho porque me permitió crecer y darme cuenta que en Chile no es la misma competencia que en Argentina”.

– ¿A pesar que estabas en otro fútbol sentiste que estabas al nivel de los chicos de allá?

“Me sentí muy bien, creo que estuve a la altura, aunque es muy distinto jugar cuando vas después de una pretemporada fuerte como la que tuvimos acá, pero me desenvolví bien”.

– ¿Valoras el hecho que eres el primer cadete del club que tuvo la oportunidad de entrenar en un club importante de Argentina?

“Claro y por lo mismo debo ser agradecido de San Felipe que me dio esta oportunidad y me abrió las puertas para vivir esa experiencia. Desde el primer minuto la gente del club se ha preocupado por mí, y lo demostraron porque nada quedó al azar mientras estuve allá”.

– ¿A nivel familiar te aconsejan mucho?

“Todos saben que vengo de una familia de futbolistas, por lo que todos me apoyan, partiendo por mi papá que me habla y siempre me dice que esto es día a día y que nunca hay que hay que bajar los brazos”.

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