“La idea es realizar un trabajo a largo plazo para poder ver el crecimiento de los niños y después que lleguen a jugar en el primer equipo”. Esas fueron las primeras definiciones, que cinco años atrás, entregó el profesor Pablo Álvarez, al momento de llegar a Unión San Felipe.
El tiempo pasó y terminó por darle la razón al ahora ex Jefe del área formativa del club. Vicente Álvarez, Pablo Rodríguez, Jordan Mella y Axel León, son por ahora (hay otros más que vienen fuerte) los rostros más visibles del proceso encabezado por el profesional argentino, que también destacó en lo humano, al tener un trato cercano y amigable con todos. Por algo, su partida, se siente en todo el medio.
Ligado hace 28 años a la formación de jugadores, para el ‘profe’ Pablo, el paso por el Uní Uní tuvo un enorme significado en su carrera profesional. “Después de la pandemia fue bastante difícil recuperar. Con el tiempo y la labor de toda la gente que trabaja en la institución, se pudo hacer un trabajo que ya está dando frutos. Fueron cinco años muy lindos, en los cuales no solo me encariñé con el club, sino también con la ciudad y su gente, tanto que me siento uno más, con un alto sentido de pertenencia”, expresó el entrenador.
Consultado sobre qué dejaba y se llevaba del Uní Uní, dijo: “Me llevo las amistades que hice durante todo este tiempo, y creo dejar una enseñanza de vida en la que los valores están primero. A los niños se les inculca que tan importante como ser buenos jugadores es ser buenas personas”.
El profesor Álvarez, no escondió su emoción al momento del adiós. “No me gusta decir adiós, fue difícil, pero mi trabajo es así y sé que el fin debía llegar algún día. La labor formativa es larga, se trata de creer en los niños, y en Unión San Felipe se cree en ellos, al existir una política muy clara en el área. Mi profesión es algo gitana, y ahora me toca partir, pero mi corazón siempre estará acá”, concluyó.