Juan Méndez, el joven que superó sus peores momentos

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A sus 23 años la vida y el fútbol no se la hicieron fácil, salió adelante y hoy vive un gran presente. En plena cuarentena, se sumó a los Instagram Live del Uní Uní y contó su historia.

Nació en 1996 en Hualpén y a los siete años comenzó a jugar a la pelota en El Triángulo. Su familia era muy futbolera y cuando tenía 13 su abuelo lo llevó a Huachipato. “Fuí con una mochila de otro club y cuando llegue uno de los profes me dijo que si quería jugar ahí la mochila tenía que ser de Huachipato”, ese fue su gran comienzo en el fútbol.

En Sub 15 le tocó vestir la camiseta de la selección con la cual jugó el Torneo Sudamericano en Uruguay. Tuvo continuidad durante todo el año hasta que una lesión terminó con su camino en La Roja. “Estaba muy feliz en ese momento y compartí equipo con muchos chicos que lograron triunfar”, explicó el mediocampista albirrojo.

Después de un gran nivel en las divisiones inferiores subió al primer equipo de Huachipato en 2014 y ese mismo año le tocó debutar. “Fue en Copa Chile vs. Deportes Concepción, ganamos 5-4. Yo era super chico, entré en los últimos 20´, solo sonría y corría”, recordó Méndez. Luego de su sueño cumplido tuvo que pasar mucho tiempo para poder debutar en el campeonato y si bien no encontraba la continuidad que anhelaba quería quedarse en el club y luchar por su puesto…pero en el equipo ya no había lugar para él.

En el 2017 se dio su primer arribo a San Felipe y aunque duró solo un año manifestó haber llegado con buenas expectativas: “Fui a hacer bien las cosas y se vio el cariño de la gente”. Al finalizar el préstamo regreso a Huachipato y directamente fue cedido a La Serena, club donde vivió su peor momento personal y futbolístico.

Su rostro cambió por completo cuando comenzó a hablar de la época más dura que le toco atravesar como profesional. “Jugué un partido en todo el año, me lesioné, estaba solo y tome malas decisiones. Me daba cosa decirle a mis compañeros que me ayuden en ese momento”, comentó Juan. Y agregó: “Estaba lesionado y no iba a los entrenamientos, decí qué había buena gente en en el club, sino hubiese sido peor”.

De un día para el otro se fue a Cauquenes, institución a la que le agradeció por dejarle una gran enseñanza: “Aprendí a valorar más las cosas, porque en los clubes donde había estado teníamos siempre todo”. Además aclaró el gran aprecio que sentía por sus compañeros: “El grupo humano era buenísimo”. Cuando finalizó el contrato acordó su llegada a Fernández Vial en 2018.

Su familia siempre fue muy importante en su vida, sobre todo el rol de sus abuelos (que él siempre los llamó Madre y Padre) por la crianza que le dieron de chico. Tal es así, que cuando perdió a uno de ellos pensó en dejar el fútbol: “Cuando murió mi abuela pensé en no jugar más, pero mi abuelo me dijo que lo que ella más hubiese querido era que yo siga”, recordó. Esa misma semana le tocó jugar y convertir, le dedicó el gol a su abuela y desde ahí en mas es lo que hace con cada uno de sus festejos.

Finalizada su etapa en Vial regresó al Uní Uní a fines del 2019: “Se me dio la posibilidad de volver y dije que sí, me siento muy bien en San Felipe”, declaró. Con respecto al presente del equipo no dudó en halagar a todo el plantel: “Hay un muy buen grupo, buen pie, juego claro y competencia sana”. Además agregó cuál es su objetivo del año: “Levantar una copa sería hermoso, es el sueño de todos”.

Antes de retirarse y luego de destacar la importancia de cuidarnos entre todos ante esta pandemia, le dejó un mensaje a los hinchas: “Esperemos que nos sigan apoyando como siempre y que confíen en nosotros…vamos a dar el 100% como venimos haciendo”.

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