Claramente es difícil digerir un mal resultado cuando desde el merecimiento, el equipo hizo todo para quedarse con los tres puntos. Por como fue el desarrollo del juego, un empate incluso no era justo, pero sabido es que el fútbol no sabe de justicia.
La caída del domingo último se convertirá en una buena lección para lo que se vendrá más adelante. Eso está muy claro, más todavía si el equipo se entregó por entero, dominó y se creó ocasiones de gol, por lo que el análisis debe hacerse entendiendo que en general se jugó bien, y todo se perdió en una jugada puntual, en un momento donde precisamente se buscaba darle otro aire a la estructura ofensiva.
Que, durante algunos pasajes del pleito, desde las tribunas bajaran aplausos, dejaba en evidencia que la parcialidad albirroja estaba conforme con lo que estaba haciendo. “Es que se estaba jugando bien y se fue superior al rival. Durante muchos momentos se estuvo cerca del triunfo, y si no hubo goles a favor fue por el infortunio de los tiros en los palos o las buenas intervenciones del arquero de ellos. Desde el juego nunca nos generaron ninguna ocasión de gol, pero bueno esto es así y por lo mismo hay bronca porque duele perder cuando se hizo todo para ganar”, explicó el director técnico.
Más o menos en la misma línea fue el análisis del experimentado volante Boris Sagredo, quien señaló: “Tuvimos muchísimas situaciones y no supimos aprovecharlas. Habrá que mejorar para ser más eficientes en el área rival y propia. Esta derrota dejó lecciones, aunque también sabemos que hay que seguir insistiendo en lo bueno que se está haciendo porque el equipo juega bien”.
Por su parte Juan Córdova realizó la siguiente evaluación: “Nos fuimos con un sabor amargo, pero rescato lo positivo que es que se jugó bien y tuvimos llegadas, eso debe darnos tranquilidad porque nos indica que vamos por el buen camino. Si, debemos tener claridad respecto a que no podemos volver a cometer descoordinaciones como fue la del domingo que nos costó un gol”.